Románticas: niños III

  

Y como punto y seguido, termino de publicar mis últimas adquisiciones de postales románticas de niños. La temática sigue siendo variada; los motivos, la cuidada estética y los valores artísticos nos llevan a pensar que estos pequeños tesoros dicen mucho más de lo que sus contemporáneos podían adivinar. No veo la hora de volver a sumergirme entre las viejas cajas del mercado de mi ciudad para seguir buscando y encontrando estas tarjetas que me devuelven a un pasado que ante ellas se hace muy presente.

  

    

  

    

    

    

     

     

    

    

    

    

    

  

  

   

  

   

Románticas: niños II

  

En algún post comenté que la categoría llamada «Románticas» es quizás la más popular en el mundo de las Postales Antiguas. Sólo hay que pisar un mercado de viejo para comprobarlo. Es la más popular, y además, para mi gusto, representa una forma perfecta de documentación de una época que me fascina. Son siempre fotografías, unas en un blanco y negro precioso, otras también en blanco y negro pero coloreadas a mano con un gusto delicado.

  

Las siguientes postales son mis últimas adquisiciones tras varias semanas de entretenida búsqueda en el mercado de mi ciudad. En esta ocasión publicaré sólo sobre niños. Por cierto, para quien le interese, las subo con mejor calidad que en otras ocasiones.

  

Hay algunas curiosidades, como el seguimiento que he podido hacer de algún modelo, una niña en concreto, que he identificado en tres postales distintas. Las he publicado seguidas y no será difícil encontrarlas. En otros casos hay postales repetidas dos veces, o que el fotógrafo hizo la segunda toma minutos después, por lo que la variación en la pose en mínima. En este segundo caso creo que el documento es impagable, una pequeña puerta abierta a la vivencia de los protagonistas de las postales y que nos empuja a una reflexión compleja sobre el paso del tiempo. Las publico por este motivo, y porque tienen la curiosidad de haber sido coloreadas de forma distinta, quizás por manos diferentes. Quién sabe. Detrás se esconden historias que nunca conoceremos.

  

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

   

  

  

San Valentin II

  

   

  

   

  

   

  

  

  

  

  

   

     

    

  

  

   

   

    

  

   

   

   

  

   

   

   

   

  

San Valentín

  

Cada 14 de febrero, occidente celebra el Día de San Valentín, y digo occidente porque es una festividad que nos ha llegado de la tradición grecorromana. Salvo en algunos lugares que no son más que excepciones, en Europa y en los países de la órbita del viejo continente se elige ese día para demostrar el amor a la persona que quieres. De ahí que también se llame el Día de los Enamorados. En ocasiones, una sencilla demostración basta para recoger todo el amor del mundo. Es el caso de las postales, unos pequeños presentes que durante decenios han sido una preciosa vía de expresión de la prueba de amor. El pequeño Cupido, procedente de la mitología clásica, es el personaje intermediario entre los enamorados: él hace que se desencadene la pasión. Por ello es un tema recurrente en las postales, como también lo son los regalos que se ofrecen ese día: flores de todas las variedades y formatos (solitarias o en ramo), corazones en forma de globo, de caja de bombones…; joyas… Y como ejemplo de un día plagado de inocencia, los niños y su pureza son los absolutos protagonistas en estas maravillosas cartulinas de las que ofrezco algunos ejemplos.

  

Las siguientes postales son de la ilustradora americana Ellen Clapsaddle.

   

   

  

   

  

   

  

   

  

  

  

   

  

   

  

   

  

  

  

   

  

Diez postales de la ilustradora americana Frances Brundage.

  

   

  

   

  

  

  

Serie de seis postales de Sorelli circa 1910.

  

   

  

  

  

Cuatro postales del ilustrador italiano Bertiglia.

    

  

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Románticas: niños

Cuando voy a un mercado de viejo y busco postales, siempre me sorprende el nombre que el vendedor da a una determinada caja: siempre a mano, escribe la palabra «Románticas». Las postales que contiene esa caja son quizás las que más me gustan. La temática es conocida y muy variada; es un verdadero cajón de sastre. Aparecen niños, mujeres, parejas, escenas familiares, etc…, pero lo que las iguala a todas es que son, en la mayoría de los casos (por no decir todos), imágenes fotográficas. Este hecho es de un valor incalculable, porque en un época en que la fotografía era casi un lujo, las postales de este tipo son un documento fundamental para conocer la estética y la cultura de ese tiempo.

Por todo ello, la siguiente serie será con toda seguridad la más larga que publicaré, y por tanto bajo el epígrafe de «Románticas» aparecerán en distintos posts subtemas tales como niños, mujeres, parejas o escenas familiares.

Las siguientes postales giran en torno a la última década del siglo XIX y las primeras del siglo XX.

   

   

   

 Serie de cuatro postales francesas tituladas «La petite coquine». 

   

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Serie de cuatro postales tituladas «Churros».

   

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