Decía la primera estrofa del poema Romance de la luna, luna de Federico García Lorca:
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
Decía la primera estrofa del poema Romance de la luna, luna de Federico García Lorca:
Mabel Lucy Attwell (Inglaterra, 1879-1964)
Nació el 4 de junio de 1879 en Mile End, Londres, y recibió su educación en el Coopers’ Company School. Siguió estudiando en Heatherley’s y St Martin’s School of Art (1895-1900), pero, en desacuerdo con el tipo de formación que se daba, no terminó ningún curso. Los inicios de su carrera se centraron exclusivamente en ilustraciones para revistas, algo que continuó haciendo durante toda su vida, pero alrededor del año 1900 empezó a recibir encargos para ilustraciones de libros. En 1922 realizó su primer Anuario para niños, proyecto que se siguió publicando hasta 1974. Tres años mas tarde fue elegida como miembro de la Society of Women Artists. Recibió la influencia de Hilda Cowham y varios miembros del London Sketch Club, como John Hassal y William Heath Robinson.
Fue una trabajadora rápida y prolífica, con un gran sentido del negocio. Por ello se dedicó también al diseño de postales, carteles, calendarios y figurines, y vió como sus creaciones se convertían en modelos para figuritas de porcelana y muñecos de peluche. No había ningún hogar que se preciara en la Inglaterra de los años 10 y 20 que careciera de algún cartel o caja de galletas con los dibujos de Attwell.
Durante gran parte de sus primeros años como dibujante, Attwell vivió entre Londres y Sussex con su marido Harold Earnshaw. Después de la muerte de éste en 1937, y de que en 1940 las bombas destruyeran sus dos casas de Londres, se trasladó a Foxfold, Wiltshire. Al final de la Segunda Guerra Mundial, se instaló en Fowey, Cornwall, con su hijo Peter y su nuera, donde permaneció hasta su muerte el 5 de noviembre de 1964.
Es muy conocida por sus preciosos y nostalgicos dibujos de niños de grandes ojos y caras enormes y expresivas, que tomaban como modelo a su hermana Peggy, quien continuó con el negocio cuando Mabel Lucy Attwell falleció.
Arthur John Elsley (Inglaterra, 1860-1952)
Hijo de un cochero, estudió desde los 14 años en la South Kensington School of Art. Presentó su primera exposición en la Royal Academy en 1878, cuando contaba con solo 18 años. Muy respetado por sus contemporaneos Frederick Morgan y Charles Burton Barber, Elsley alcanzó muy pronto la fama en plena época victoriana. Prefería temas que le ofrecía la narrativa sentimental de la época, en general situadas en lugares rústicos, paisajes que le motivaban para pintar bellos ambientes rurales.
Durante su juventud solía dibujar escenas de niños jugando entre ellos o con sus mascotas. Sus pinturas de niños y animales, retratos idealizados de las clases media y alta inglesas, son su obra más célebre. En un tiempo en que la mortalidad infantil era tan elevada, el género que cultivó se hizo enormemente popular, recibiendo multitud de encargos. La temática de escenas entre niños y animales era asidua en la llamada cultura popular del momento, y por ello no es de extrañar la temprana celebridad del arte de Elsley. Sus pinturas fueron reproducidas masivamente y en colores en diversos calendarios de la firma americana Thomas D. Murphy Company, anuncios de jabón y diversas publicaciones.
Elsley se casó con su prima segunda Emily Fusedale en 1893, con la que tuvo una hija en 1903. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó en una fábrica de munición, donde su miopía se agravó, debido a la cual tuvo que dejar de pintar unos años después. Sin embargo, se dedicó a trabajar con la madera y en el jardín de su casa victoriana de Madeira Park, en Londres, hasta su muerte a los 91 años.
Al igual que su amigo el pintor Frederick Morgan (con quien incluso compartió estudio por un tiempo), el uso de colores brillantes es la característica central de su técnica artística. Solía tomar los motivos de sus cuadros durante sus paseos por Londres, para luego pintarlos en su estudio, adaptándolos a unos fondos extraídos a partir de fotografías campestres y de interior.